Kale Borroka: Manifestación por el "Respeto" para los presos |
Es
curioso que esta contestación se suela dar en España cuando una
parte ideológica extrema y fanática se queda sin saber que
argumentar ante alguien que acostumbra a usar una base argumentativa
basada en el razonamiento bien jurídico, histórico, filosófico o
incluso, de todas ellas.
Los
nacionalismos nacionales o regionales acostumbran a usar cada vez más
habitualmente como primicia argumental el termino: “Respeto”, es
decir, si una de las partes,entráse en un debate con argumentos:
jurídicos, históricos, filosóficos, morales, éticos, etc..;
frente a un interlocutor que basa los suyos en la raza, la
consanguinidad, la patria, los “derechos históricos”, etc...,
veríamos que este último, antes de iniciar el debate pediría
“respeto” a sus argumentos.
Este
uso, es por desgracia, cuando no debería serlo; cotidiano y
arraigado en nuestro país. Si nos pusiéramos a pensar en ello del
porque se solicita a alguien “respeto” antes de iniciar un
debate, veríamos varias razones en ello.
Primera
hace confundir a sabiendas tanto al contrincante como al espectador
del debate, haciéndoles creer a los espectadores que una parte -la
que no ha solicitado “respeto” es extremista de “algo” o “por
algo”. Que quiero decir con esto. Es simple; a todo el mundo se le
exige respeto en un debate, es lógico que con objeto de que se
llegue a un punto convergente entre ambas partes, o se ponga ante una
audiencia las posturas enfrentadas, para que luego la gente saque sus
propias conclusiones. Lo sustancial de ciertos nacionalismos, es que
siempre lo piden antes de empezarlo y no durante el debate como
debiera ser.
Con esto, sirve a quien pide “respeto” una ventaja,
ya que convierte al opositor a ojos del espectador que va a
presenciar el debate en un furibundo extremista de “algo” o “por
algo”, cuando no tiene por que serlo, pero la otra parte ya te ha
señalado de alguna forma, que eso es al fin y al cabo lo que
persigue: Menoscabar tus argumentos no de forma razonada, sino de
forma psíquica. Algo has hecho -aunque no hayas hecho nada-, para
que la otra parte te “pare los pies” de alguna forma antes de
empezar.
Segunda:
Pedir “respeto”, esta bien, cuando tu en algún momento te
sientes ofendido. El problema esta que cuando tu contrincante tiene
una trayectoria respetable en su forma de ser, maneras y educación,
no se le puede exigir a alguien esa solicitud de “respeto”,
porque ya te lo proporciona. La clave de ese mal llamado “respeto”
a mis argumentos, sin antes darlo ya deja translucir, que los
argumentos del otro van a ser sectarios, calumniosos, injuriosos,
degradantes, antidemocraticos, etc, etc.
Esto
en España ocurre muy a menudo cuando un interlocutor esta en clara
inferioridad argumentativa sea del tipo que sea. El problema es que
este tipo de argumentación a calado tan hondo en la ciudadanía
española que se da siempre que se pueda. Si a esto añadimos, que
España hace más de 40 años fue una dictadura fascista, todavía
este uso irrespetuoso de “respeto” se sigue solicitando sobre
todo entre los nacionalismos regionales. También como no, se da
entre quienes no tienen argumentos de peso y van a quedar al
descubierto ante la ciudadanía. Pero no deja de ser curioso que este
“respeto” y su forma de pedirlo, siempre sea solicitado por quienes tienen posturas
ideológicas más inamovibles, y que ademas, ellos si pudieran nunca
te respetarían por tener “valores” humanistas.
Por otra parte; para vergüenza de muchos, este tipo de argumento se
sigue justificando en los medios de comunicación al no querer llamar
las cosas por su nombre, porque la mayor parte de los periodistas que
dirigen los debates a nivel nacional o regional, han vivido en la
época franquista o bien no quieren que se les tache de extremistas
de “algo”.
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