martes, 31 de marzo de 2015

TU NO ERES DIGNO

Kale Borroka: Manifestación por el "Respeto" para los presos
Es curioso que esta contestación se suela dar en España cuando una parte ideológica extrema y fanática se queda sin saber que argumentar ante alguien que acostumbra a usar una base argumentativa basada en el razonamiento bien jurídico, histórico, filosófico o incluso, de todas ellas.

Los nacionalismos nacionales o regionales acostumbran a usar cada vez más habitualmente como primicia argumental el termino: “Respeto”, es decir, si una de las partes,entráse en un debate con argumentos: jurídicos, históricos, filosóficos, morales, éticos, etc..; frente a un interlocutor que basa los suyos en la raza, la consanguinidad, la patria, los “derechos históricos”, etc..., veríamos que este último, antes de iniciar el debate pediría “respeto” a sus argumentos.

Este uso, es por desgracia, cuando no debería serlo; cotidiano y arraigado en nuestro país. Si nos pusiéramos a pensar en ello del porque se solicita a alguien “respeto” antes de iniciar un debate, veríamos varias razones en ello.

Primera hace confundir a sabiendas tanto al contrincante como al espectador del debate, haciéndoles creer a los espectadores que una parte -la que no ha solicitado “respeto” es extremista de “algo” o “por algo”. Que quiero decir con esto. Es simple; a todo el mundo se le exige respeto en un debate, es lógico que con objeto de que se llegue a un punto convergente entre ambas partes, o se ponga ante una audiencia las posturas enfrentadas, para que luego la gente saque sus propias conclusiones. Lo sustancial de ciertos nacionalismos, es que siempre lo piden antes de empezarlo y no durante el debate como debiera ser. 

Con esto, sirve a quien pide “respeto” una ventaja, ya que convierte al opositor a ojos del espectador que va a presenciar el debate en un furibundo extremista de “algo” o “por algo”, cuando no tiene por que serlo, pero la otra parte ya te ha señalado de alguna forma, que eso es al fin y al cabo lo que persigue: Menoscabar tus argumentos no de forma razonada, sino de forma psíquica. Algo has hecho -aunque no hayas hecho nada-, para que la otra parte te “pare los pies” de alguna forma antes de empezar.

Segunda: Pedir “respeto”, esta bien, cuando tu en algún momento te sientes ofendido. El problema esta que cuando tu contrincante tiene una trayectoria respetable en su forma de ser, maneras y educación, no se le puede exigir a alguien esa solicitud de “respeto”, porque ya te lo proporciona. La clave de ese mal llamado “respeto” a mis argumentos, sin antes darlo ya deja translucir, que los argumentos del otro van a ser sectarios, calumniosos, injuriosos, degradantes, antidemocraticos, etc, etc.

Esto en España ocurre muy a menudo cuando un interlocutor esta en clara inferioridad argumentativa sea del tipo que sea. El problema es que este tipo de argumentación a calado tan hondo en la ciudadanía española que se da siempre que se pueda. Si a esto añadimos, que España hace más de 40 años fue una dictadura fascista, todavía este uso irrespetuoso de “respeto” se sigue solicitando sobre todo entre los nacionalismos regionales. También como no, se da entre quienes no tienen argumentos de peso y van a quedar al descubierto ante la ciudadanía. Pero no deja de ser curioso que este “respeto” y su forma de pedirlo, siempre sea solicitado por quienes tienen posturas ideológicas más inamovibles, y que ademas, ellos si pudieran nunca te respetarían por tener “valores” humanistas.

Por otra parte; para vergüenza de muchos, este tipo de argumento se sigue justificando en los medios de comunicación al no querer llamar las cosas por su nombre, porque la mayor parte de los periodistas que dirigen los debates a nivel nacional o regional, han vivido en la época franquista o bien no quieren que se les tache de extremistas de “algo”.